Marcela, una lectora de este blog, me escribió para pedirme un monólogo de esta obra, de la que ya publiqué uno que encontraréis en la misma etiqueta que éste y que, si no habéis leído, os lo aconsejo, porque es también muy divertido. Hoy os dejo dos cortitos.
Tengamos el sexo en paz
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La Virginidad
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Otro tema sobre el que hay mucha confusión es la virginidad.
¡Una pesadilla!
No se sabe por qué, pero las que ya no son vírgenes cuentan a las vírgenes... en relación con "ese momento... unas historias terroríficas! "Él, con su ariete, tiene que rasgar tu himen....¡Ahaaaa, qué pánico!" y luego la sangre... Hay culturas que siguen exponiendo las sábanas manchadas de sangre tras la noche de bodas..., sangre, sangre... Así que, cuando me llegó "ese momento", me esperaba surtidores de sangre... el techo manchado de sangre... "¿Cómo podré limpiarlo?"
Después descubrí que era puro invento. Es un hecho natural, que si se realiza con amor, no es nada...
Además, os informo de que el 20% de las mujeres no tienen himen, o lo tienen tan fino que se rasga de manera casual.
Ahora deberíamos guardar un minuto de silencio por ese 20% de mujeres que a lo largo de los siglos han sido acusadas de no ser vírgenes, sólo porque no tenían himen.
Además, hombres, nadie os obliga... ¡RAS...! ¡Ni que fuera la toma de las Bastilla! ¿Ella está angustiada? Pues un empujoncito hoy, otro empujoncito mañana...
Al terminar una función, vino a verme una chica:
"Qué bien has hecho en decir lo del empujoncito hoy, el empujoncito mañana, porque mis amigas se reían de mí..., me casé el 15 de diciembre... un empujoncito hoy, otro empujoncito mañana... y por fin, el 18 de mayo..."
Le costó un poco, pero no ha tenido ningún trauma.
En Dinamarca, por ejemplo, en segundo ciclo de enseñanza básica proyectan unos dibujos animados que enseñan a las niñas de 11, 12 o 13 años, a liberarse del himen con las uñas.
Es otra cultura.
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Los hombres, qué fantasmas
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En toda la historia del mundo, nosotros, los modernos, hemos sido los primeros en plantearnos el problema de nuestro placer. Cuando la gente trabajaba 18 horas diarias, no les quedaban energías que dedicar al acto sexual. Estaban agotados, comían, se acostaban, tran-tran-tran, y desspués, grrrrr... (Ronca)
Hoy en día sigue ocurriendo, aunque se trabaje mucho menos.Algunas amigas mías se quejan de que trun-trun-trun, y después, grrrrr, sin decir siquiera : "Gracias, cariño, ¿quieres una copa?"
Para los hombres, exhibir su disfrute se ha convertido en un símbolo de status social: una esposa, una novia, un novio, tres amantes ..., y ¡hala, a presumir!
Cómo ese actor inglés que afirmaba haber copulado tres mil veces en cinco años, con tres mil mujeres distintas. ¡Tres mil! ¿Dónde está la gracia de hacerlo así... en plan conejo mecánico? (Jadea rápidamente) "Aha aha... gracias guapa ¡Aha aha! ¿Te ha gustado?... ¡Aha aha! ¿Cómo te llamas?" , etcétera.
Auténticos trabajos forzados.
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No necesita comentario; lo encontraréis en el primer post de esta obra.