El Sol de la Medianoche
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Las Separaciones
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Las separaciones me aguardaban en cada vuelta.
Rostros que desaparecieron abandonando su cuerpo
o que lo llevaron consigo para dejarlo en otro lugar.
Los vimos por última vez delante de la escalera.
Casas que habitamos y que ahora retumban
vacías en nuestra memoria.
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Como si apoyases el dedo sobre el frío cristal.
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No me queda ya nada salvo lo que digo.
Ojalá no termine este invierno terrible,
con el horizonre cubierto de telarañas,
las nubes que recorren la llanura,
la vida que amanecía tan nublada.
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En cada vuelta esperaba una nueva separación.
Las casas desamuebladas producen un eco espeluznante.
Las paredes vacías allí donde desaparecieron los cuadros,
ahumadas por los días de nuestras vidas.
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Cambié tantas veces de casa, viviendo dentro de este cuerpo,
sufrí tantas separaciones, sin llegar a mudarme.
Constantemente desaparecía y de nuevo venía
con una herida abierta.
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Ojalá no termine este invierno terrible,
o-en fin - que termine, pero que se remanse;
en esta helada casa que vivió tu alma,
en esta soledad más cálida que tu propia casa.
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Aquí, donde las aguas del río fluían más lentamente.
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Comentario: Sólo una vez, hace mucho ya, tuve oportunidad de leer a Kostas Steryópulos en una antología de poetas griegos. Aunque lo intenté, no pude encontrar ningún libro suyo. Por casualidad, esta mañana, rebuscando entre los antiguos escritores griegos en la Biblioteca Municipal, he encontrado este Sol de Medianoche, de donde procede el poema que os he transcrito. Los poemas que contiene están escritos entre 1983 y 1991. En esos momentos, el poeta tendría entre 55 y 65 años. Como tantas otras veces, los poetas quedan relegados y hasta mal archivados por los bibliotecarios. El volumen en cuestión ha necesitado, para su publicación en España, de la ayuda del Ministerio de Cultura griego y no se ha hecho más que una edición, que imagino exigua.
El poema es, realmente, un dedo apoyado en el frío cristal de nuestras ausencias personales; cada etapa que dejamos atrás, cada silla vacía en torno a una mesa, nos acerca a nuestra propia y futura ausencia en la vida de otros. Los poemas son incógnitas, secretos a descifrar y cada uno debe hacerlo a su manera.
El autor: Nació en Atenas en 1926. Poeta, novelista, crítico y ensayista, ejerció como profesor de Filología Neohelénica en la Universidad de Atenas y fue expulsado durante la dictadura de los coroneles. En 1974, fue catedrático en la Universidad de Ioánnina, y sigue siendo emérito de la misma. Publicó su primer poemario en 1943 y desde entonces, ha merecido el Premio Nacional de Poesía, el Nacional de Estudio y Ensayo y el Premio de la Academia de Atenas, entre muchos otros. Su obra es abundante en todos los campos por los que discurre su actividad y lo que no sabría deciros es si aún vive, porque aunque parezca imposible, lo único que he encontrado en la red y en mis enciclopedias es, básicamente, esta breve reseña, aparte de una relación de sus obras y galardones.