16 febrero 2007

Franca, Jacopo y Darío Fo

Tengamos el sexo en paz
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Teatro. Tercer monólogo.
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Mi madre

Me hubiera gustado hablar de ello, que me explicaran ciertas cosas... ¿pero con quién?
La persona indicada hubiera sido mi madre, pero no había confianza entre nosotras. Mi madre venía de una familia rica... en dignidad y prejuicios. Mi madre es una buenísima persona, católica ferviente, practicante, e incluso... votante, que con sus hijas jamás habló de sexo. Para mi madre éramos como las muñecas... terminábamos aquí. (Indica la cintura)
Para ella, decir sexo era decir obscenidad. Una muestra: al culo lo llamaba pompis... y a lo de delante, pompis de delante. Curioso, ¿verdad?
A veces, cuando yo estaba haciendo los deberes, mi madre llegaba de improviso, con esa cara que ponen las madres en los momentos importantes, y me decía con una voz, pero una voz... que parecía la de Dios:
"¡Ten cuidado, hija! ¡Los hombres sólo quieren una cosa!"
Nunca me dijo cuál.
Mi madre no me preparó para la vida. Las únicas cosas de sexo las supe por una amiga muy revoltosa, doce años... Hacía algún tiempo que no la veía y me dice:
"¡Qué cansada estoy...¡"
"¿Por qué estás cansada, qué has hecho...?
"El amor..."
"¿El amor...?" -yo no sabía lo que era - "¿Con quién?"
"Con mi primito de diez años"
"¿Y qué habéis hecho?"
"Pues como no sabíamos nada de esas cosas, sólo que los niños nacen de la tripa..., él con su cosa empujaba, empujaba.. ¡No veas cómo tengo el ombligo!"
Entre mi madre, "¡Ten cuidado!", y el ombligo inflamado, yo estaba muerta de pánico. Si se me acercaba un chico, le tiraba piedras.
"¡Vete, vete, jamás lo conseguirás!"
"¿El qué?"
"¡No lo sé...!"
Después en el bachillerato, los chicos impetuosos, salidos, se me echaban encima, me abrazaban, me estrujaban... Lugo trataban de besarme.
No sé vosotras, pero yo, de mi primer beso guardo un recuerdo espantoso. Él me agarra... y, zas, me estampa contra la pared... ¡un testarazo de conmoción cerebral! Después con esas 24 manos que tienen los chicos, me quería manosear todo el cuerpo... y luego con la lengua... blall.. y blall, en la oreja...
¡"Para! Pareces una batidora con esa lengua.. que frío.. qué asco...¡Estate quieto!"
Y después, ¿no quería meterme la lengua en la boca? ¿A mí, que soy vegetariana?
"Quita esa lengua que te la arranco y se la tiro al gato", decía yo, siempre con las manos tapándome el ombligo.
Otra cosa que no entendía, era que: ¡ZAS!, me estampa contra la pared, luego (repite los movimientos anteriores) Blall, blall..., blall,... y empujaba su pubis contra el mío, con una fuerza tremenda... Yo pensaba: "Pero... ¿qué llevará en los calzoncillos?"
Os diré la verdad: ¡por culpa de mi madre, cuánto tiempo he perdido!
Pero más tarde, una de mis tías, de izquierdas, solterona... no porque fuera de izquierdas... maestra, y mucho más abierta que mi madre, decidió culturizar sexualmente a sus sobrinitas, y un día nos reúne en la cocina, alrededor de una mesa grande... éramos niñas de de 12, 13 años... y nos enseña un libro científico, de anatomía y, en particular, la imagen de un sexo femenino en sección. Coloreado según las partes en tonos suaves... que me pareció un mapa... y cuando la tía preguntó: "Niñas, ¿sabéis que es ésto?", yo: "¡Sí tía, es Florida!", no se porqué...
¡Qué mal le sentó! "No, boba, esto no es Florida... ¡es tu pompis de delante!"
Me quedé tan impresionada, que desde aquel día a mi pompis de delante siempre lo he llamado Florida... y al de detrás, California.

8 comentarios:

fractal dijo...

Lúcido, irónico, inteligente... Darío Fo.

¡Que dificil es escribir con ironía!

Trenzas dijo...

Pues sí; muy difícil :)
En puridad, esta obra está basada en un pequeño libro que escribió el hijo de Darío y Franca Rame, Jacopo.
Parece que en él contaba sus primeros encuentros y apreciaciones sobre las ignorancias sexuales e ironizaba acerca de algunas actitudes. Aquí, en España, fue Charo López la encargada de llevar estos monólogos al escenario, con notable éxito. Algunos de los monólogos, algo más explícitos, son verdaderamente memorables.
Abrazos y cariños

MIB dijo...

jajaja qué risa!! me lo puedo imaginar en el teatro! la ironía intenta buscar cómplices que capten ese humor... buenísimo el monólogo!

un beso grande trenzillas y frac!

Trenzas dijo...

MIB; es muy divertido, sí. Y desde luego, la complicidad del público está asegurada porque quien más quien menos, ha vivido estas situaciones de niño. Recordemos a la inefable cigüeña llegando desde París cargada de bebés :)
Besos, preciosa

Marcela Gutierrez dijo...

me encanta este monologo, tienes mas monologos de Fo? me cuesta conseguirlos...
Beso y gracias.
Marcela desde Argentina

Trenzas dijo...

Marcela: Pues sí, porque tengo esa obra de teatro completa y puedo poner algún otro fragmento. Es cierto que cuesta encontrar la obra de Fo.
La próxima entrada ya está escrita, pero pondré otro monólogo para ti tan pronto como pueda y te lo dedicaré :)
Un abrazo.

Marcela Gutierrez dijo...

Gracias Trenzas. Justamente estoy buscando (ya que no consigo el texto completo) la Leccion del Orgasmo del libro "Tengamos el sexo en Paz" Ese lo tienes para ingresarlo?
Quiero prepararselo para presentarlo en el cumpleaños de una amiga que tambien es actriz.
Gracias otra vez.
Marcela

Shalom dijo...

No tendras el del aborto?
Saludos