13 mayo 2007

Umberto Eco

La misteriosa llama de la Reina Loana
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El més más cruel
(frag. Capítulo I)
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-¿Y usted cómo se llama?
-Espere, lo tengo en la punta de la lengua.
Todo empezó así.
Era como si me hubiera despertado de un largo sueño, pero yo seguía suspendido en un gris lechoso. O a lo mejor no estaba despierto y estaba soñando. Era un sueño extraño, sin imágenes, poblado de sonidos. Como si no viera y tan sólo oyera voces que me contaban qué era lo que tenía que ver. Y me contaban que todavía no veía nada, salvo humo a lo largo de los canales, donde el paisaje se disolvía. Canales: Brujas, me dije, estaba en Brujas, ¿había estado yo alguna vez en Brujas la muerta? ¿Dónde la niebla flúctua entre las torres como el incienso conque sueña? Una ciudad gris, triste como una tumba con crisantemos, donde la bruma pende desflecada de las fachadas como un tapiz...
Mi alma limpiaba los cristales del tranvía para anegarse en la niebla móvil de las farolas, niebla, mi incontaminada hermana...
Una niebla espesa, opaca, que envolvía los ruidos, y hacía surgir fantasmas sin forma... Al final llegaba a un inmenso abismo y veía una figura altísima, amortajada, en su cara la perfecta blancura de la nieve. Mi nombre es Arturo Gordon Pym.
Mascaba la niebla. Los fantasmas pasaban, me rozaban, se disolvían. Las bombillas lejanas como los fuegos fatuos de un cementerio...
Alguien camina a mi lado sin ruido, como si estuviese descalzo, camina sin tacones, sin zapatos, sin sandalias, un jirón de niebla me roza la mejilla, un tropel de borrachos aúlla, allá, en el fondo del transbordador. ¿El transbordador? No lo digo yo, son las voces.
La niebla llega con sus pequeñas patas de gato... Había una niebla que parecía que hubieran quitado el mundo.
Aún así, de vez en cuando era como si abriera los ojos y viera relámpagos. Oía voces:
-No está en coma profundo, señora... No, no piense en el electroencefalograma plano, por lo que más quiera... Tiene reactividad...
Alguien me proyectaba una luz en los ojos, pero después de la luz, todo seguía oscuro. Noto el pinchazo de un alfiler en alguna parte.
-Lo ve, hay motilidad...
Maigret queda sumido en una bruma tan densa que ni sabe dónde pone los pies... La niebla está llena de formas humanas y cada vez se llena más, más intensamente se agita con una vida misteriosa.
¿Maigret? Elemental, querido Watson, son diez negritos, precisamente en la niebla desaparece el sabueso de los Baskerville.
.....
Otras voces, éstas desde dentro: largos quejidos de locomotora, curas, borrosos en la niebla, que van en fila a San Michele in Bosco.
El cielo es de ceniza. Niebla río arriba, niebla río abajo, niebla que muerde las manos de las gentes que pasan por los puentes de la isla de los Perros y miran un ínfimo cielo bajo la niebla, todas rodeadas de niebla, como si estuvieran metidas en un globo, colgadas en la niebla parda, tantas, tantos; no creí que la muerte hubiera deshecho a tantos. Olor a estación y hollín.
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Éste es el libro al que se refería el post en que os preguntaba cuánto había que leer para leer. Ya habréis identificado, entre las frases en cursiva, a una buena cantidad de autores y personajes. Y sólo son dos páginas del primer capítulo en el que hay continuas referencias de este tipo.
No os cuento el argumento; sólo os sitúo un poco. El protagonista sufre una pérdida selectiva de memoria. No sabe quién es, no reconoce a su familia, ni tampoco sabe quién escribió o dijo las frases que se le acercan como relámpagos. Pero es lo único que recuerda y a partir de ahí, iniciará una búsqueda exhaustiva en el papel impreso, empezando por la casa donde vivió de niño, para reencontrarse y "reconocerse".
Acompañarle a través de ese reconocimiento de sí mismo, me resultaría más emocionante si fuera italiana, porque hay muchísimas referencias e imágenes de tebeos de la época fascista, pero eso no detiene el interés de la lectura. Y en muchos casos, su recuperación memorística, es también la mía.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca lo había leído. Tiene su aquel aunque me resulta raro.

Un beso

Trenzas dijo...

Vuelo rasante: Es un Umberto Eco muy diferente de "El nombre de la rosa o Baudolino", por ejemplo, pero es muy interesante el proceso que cuenta en este libro, aunque como ya dije en el post que menciono en el comentario, sólo puedes disfrutarlo a gusto, si has leído una barbaridad :DDD
Besos, amiga

fractal dijo...

El inicio es una genialidad, lo tengo en la punta de la lengua, jajaja, magnifico!
El resto, admito que no he reconocido a tantos -alguno sí, eh!- autores como das a entender.

No he leído nada de Eco, pero me tienta el de la belleza, que ahora ni recuerdo el título.

Bye

(una cosa, Trenzas, ¿tú sabes que yo tengo un blog llamdo Frac?
Si ya tenías noticia haz como que no he dicho nada, ok?)

Trenzas dijo...

Frac: A mí tambiém me hizo gracia ese comienzo, porque es una frase que yo digo bastante :DDD
Creo que te refieres a la "Historia de la Belleza", libro que parece muy interesante, aunque no sé si es, propiamente, una novela. Creo que no, pero no me hagas mucho caso.
Reonocí bastantes al primer golpe de vista, pero hay más de los que vi.
Llamadme Ismael, se refiere a la novela Moby Dick.
El cielo es de ceniza, es el principio de un poema de García Lorca.
Arturo Gordon Pym, es el protagonista de una novela de E.A. Poe.
"No creí que la muerte se hubiera lelvado a tantos..." Forma parte de un poema de T.S. Eliot, de su libro "La Tierra Baldía"
Y está G. Simenon, Agatha Crhistie y A. Conan Doyle, perfectamente claros.
Hay muchos más a lo largo del libro, algunos que identifiqué y otros que ni flores :)
Pero fui a Internet y encontré ésto:
http://reinaloana.wikispaces.com/capitulo1
Ahora ya puedo identificar alguno más :DDD
Vale; haré cómo que no has dicho nada, pero que bien que lo hayas dicho porque aunque hablamos de ello una vez, sólo le he recordado ahora :)
Abrazos y cariños

fractal dijo...

Oh! este post llevaba carga de profundidad retardada!
Y vaya link! Gracias.
Para leer este libro de Eco en concreto, es necesario haber leído muuuucho, mucho pero que mucho. ¡Y también acordarse de lo leído!

Sí, "Historia de la belleza", un ensayo. Este es el que me gustaría leer.

¿Qué pasa con tu memoria, Trenzas? ¿Andas mal? ¿Peor que yo?

Buen fin de semana. Cuídate.
.

Anónimo dijo...

Si hay que haber leído mucho, entonces lo dejaré para más a delante. Ya sabes que no leo todo lo que quisiera.
Un abrazo.

Trenzas dijo...

Frac: ¡Vaya si lleva carga de profundidad..!
Más allá del entusiasmo que me atacó cuando vi todos los libros que tendría que releer, revisar o comprar para leerlo a placer, me gusta la forma en que U. Eco, "resucita" a su protagonista.
No todo es papel impreso. Hay mucho de "memoria genética", por así decirlo. Me ha hecho pensar mucho en como mis abuelos, con diferentes demencias, recuerdan las cosas. Estoy aprendiendo mucho en ese aspecto, aunque no haya sido el propósito de Eco :)
Pues sí, la verdad. Empiezo a tener que pensar para acordarme de dónde están "las malditas llaves"
:DDD
Abrazos y cariños

Trenzas dijo...

Vitruvia: ¿Y quién, que sea lector, lee todo lo que quiere?
:)
No hay que perder la esperanza. Un día, la fortuna nos sonreirá y tendremos todo el tiempo y el dinero necesarios para hartarnos de leer :)
Un beso, amiga