14 septiembre 2008

Elena Casero

Demasiado Tarde

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Cinco Minutos (pág. 185)
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¿Qué habría sido de mi vida si las cosas hubieran sucedido de otro modo? ¿Habría funcionado mejor mi matrimonio con Octavio? Todo en la vida está relacionado, nada es azaroso, aunque lo parezca.
Si ella hubiera sido de otra manera, si mi padre no se hubiera comportado como lo hizo, ¿hubiera sido yo más feliz? El destino se cruzó en la vida de ella y todos sufrimos las consecuencias, el rompecabezas se desfiguró y mi futuro quedó alterado incluso antes de ser presente. El mundo hubiera sido distinto, sin duda, si yo hubiera sido educada de distinta manera. A quién debo agradecer esta alteración, no lo sé, a ella, a él, a mi padre, al destino en sí, a un cruce de miradas que fusionó la materia, a la confabulación de los hados, todo está relacionado.
Si yo no hubiera salido ayer de casa tan puntual, si no hubiera habido humedad en la carretera, si él no me hubiera llamado, si yo no hubiera contestado creyendo que era mi jefe, hoy estaría viva y mi vida seguiría padeciendo de las mismas incertidumbres que ahora son ya una certeza. A esto nos conducen las decisiones: cada una de las que tomamos al cabo de la vida es una renuncia a lo que podríamos haber sido de haber decidido lo contrario.
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Comentario: Todos sabemos que nuestra vida es un permanente "si" condicional y que esa condicionalidad nos viene ya dada desde la cuna, o antes, como es el caso de la protagonista de esta novela estupenda de mi amiga Elena. Desde su lugar de espera, ya muerta pero aún no desaparecida, Tina tiene ocasión de saber mucho más de ella misma de lo que nunca supo cuando vivía. Y eso es porque ve a los demás desde dentro y ella misma, se ve desde fuera. Pero yo creo que lo que mejor comprende es, precisamente, que sean cuales sean los hilos que mueven nuestras vidas, acaban enredados en un mar de condicionales y que nunca estuvo en nuestras manos moverlos de otra manera.

La autora: Saber más de ella es fácil; la encontraréis aquí, al ladito mismo :)

16 comentarios:

Ana di Zacco dijo...

Piensa en algo:
Vas por la calle, quieres ir a un sitio X. Dudas entre coger el bus o a pié. Optas pongamos por el bus. En él te encuentras ("Hola, fulanitaaaa! qué haces por aquí??" etc) con alguien. De esa charla sale algo, alguien, un saber que no sabías ("ah, síii?") o acabas quedando con alguien en un sitio.
Si hubieras ido a pié habrían sucedido otras cien cosas alternativas (sólo una quiero decir).
Discurrimos por un árbol de mil ramas y a cada minúscula intersección optamos por una rama y DESCARTAMOS sin saberlo otras muchas. La vida nos cambia no cuando nos damos cuenta, sino también, cada día, sin darnos cuenta.
Elegimos y descartamos y ahora mismo somos el resultado de todo ello.
Bueno, no quería aburriros pero es mi teoría actual. Aquí mismo, hoy navegando de aquí para allá he ido a parar a un sitio -por azar- donde me he enterado de un software que me interesa. Si hubiera elegido curiosear en otra web habría sabido algo en vez de esto.
Y así.
Besitos fuertes.

fractal dijo...

Oh, Trenzas! Hoy has puesto la alfombra roja para recibir a... Elèna Casero.

No sé si podré ser objetiva comentando este libro; fue una lectura placentera, por el texto en si mismo, pero además pq siempre percibí la presencia de Elèna detrás de las frases.
Todavía puedo ser menos objetiva si pretendo hablar de ella como persona o amiga que es.
En cuanto a autora creo que su técnica narrativa es impecable y que tiene en los relatos breves uno de sus fuertes.


En cuanto al comentario de Ana, haciendo referencia a las eleciones y descartes continuos, viendo esa imagen del árbol, me gustaría añadir que, - es una opinión, sólo-, nuestra vida tiene una naturaleza fractal. por eso cada pequeña decisión no es tan decisiva como nos parece sino que se inscribe en el discurso vital de cada quien. En este sentido, nuestra resposabilidad es determinante, más que la "casualidad" o ese azaroso devenir.
Con esto no niego el azar.


Un beso y un saludo a la autora protagonista de este post. Me ha emocionado como la luz de buena mañana.

Elena Casero dijo...

Voy a entrar al trapo por alusiones y, lo que es más importante, por ilusiones.

Me ha despertado Frac de mi letargo laboral avisándome de este comentario.


Como la ilusión me embarga, sólo me atrevo a dar las gracias.
A Trenzas por sacar la novela de la estantería, a Frac por el comentario sobre mis virtudes literarias y a ambas por el cariño que siempre me demuestran.

Besos a ambas y gracias de nuevo

Raúl dijo...

Nacimos, vivimos y moriremos, fruto de una disyuntiva; de una elección, de un juego de azar, que la mayoría de las veces ni nos pertenece, ni podemos gobernar.
Elena debe de saber -pues escribe muy bien y debe por tanto de saberlo- que no hay nada más intenso, interesante y agradecido en literatura, que escribir acerca de nuestras propais obsesiones.
Ansioso estoy por llevarme a mi alma este libro.
Un sluado.

JUANAN URKIJO dijo...

Una vez escribí que "el destino es la consecuencia de nuestro pasado, que nos sigue por delante". Me lo ha recordado tu comentario al libro de Elèna, Trenzas. Tiene que estar bien contenta con este detalle tuyo.

Un beso.

Trenzas dijo...

Ana di Zacco: Compré un poster de Charlie Brown en la que el personaje del pelo en la frente, se lamentaba: "Hoy he tomado 120 decisiones y todas mal"
Puedes no tomar ese autobús; entonces te atropella un coche; en el hospital conoces al hombre/mujer de tu vida, y...
Pero esa es otra novela :)
Lo que hace a ésta reflexión de Tina-Elena diferente, es la situación desde la que averigüa-comprende esos condicionales que han marcado su vida y que hicieron de ella la mujer que fue, mucho antes de que ella misma pudiera tomar decisión alguna, mala o buena, sobre su existencia.
No podemos olvidar que las decisiones que toman los que nos rodean, también nos afectan. Y mucho.
Un abrazo fuerte, Ana

Trenzas dijo...

Frac: Recordando a Ortega y Gasset:
"Yo soy yo y mi circunstancia"
Y es circunstancia el que un libro o un paseo, o un café con leche, cambie nuestra vida, o nuestra forma de entenderla.
Como has leído la novela, ya sabes por qué me gusta, especialmente, este fragmento.
Nos recuerda cuantas veces nuestra vida está en otras manos, lo indefensos que estamos ante las decisiones que otros toman y la impotencia que se siente ante ello.
Moltes abraçades, nena.

Trenzas dijo...

Elena Casero: ¿Así que trabajando aletargada, eh?
:)
No; las gracias a ti. No estarías si no lo hubieras escrito y no me habrías dado la alegría de leerte y de conocerte mejor a través de este libro. Y de los otros, si a eso vamos.
Por qué he traido aquí este fragmento, ya está escrito en la respuesta a Frac.
Una abraçada especial, reineta.

Trenzas dijo...

Raúl: Pues imagina que eso que dices, tan acertado, lo comprendes desde el otro lado de la vida.
Ya no tendríamos tiempo para obsesionarnos ni para repartir responsabilidades; apenas para entender algunos porqués.
Elena lo ve muy bien en este libro y por eso está aquí, compartiendo.
:)
Saludos cordiales y bienvenido al blog, Raúl.

Trenzas dijo...

Dédalus: Me ha gustado mucho eso de que "nuestro pasado nos sigue por delante".
Es cierto, sin duda. Lo que nos hace como somos es lo que otros vivieron antes que nosotros. Nuestros, padres, nuestros abuelos y atrás, atrás...
No sólo estamos genéticamente condicionados; no todo es química.
Un beso también para ti y mi cordial bienvenida, Dédalus.

Imagine Photographers dijo...

Interesante, muy interesante...leyendo el post y los comentarios, me vienen a la memoría dos momentos de mi vida.
El primero fue durante mi estancia en la mili (antes obligatoría).
Estaba yo de cabo en una compañia de morteros de alta montaña al mando de uno de aquellos cacharros de 81 mm. Ante el fracaso de las compañias de esquiadores y escaladores, reclutando a sus componentes a la fuerza, decidieron formarlas con gente voluntaria y por cada voluntario que accedia a ella podia salir de ella uno de los obligados. Pense que podria pedir una plaza de voluntario, puestos a perder un año y medio de tu vida mejor hacerlo en plena naturaleza, esquiando y escalando. No me lo pense dos veces y ofreci mi puesto de cabo de morteros a uno de mis mejores amigos que no queria escalar ni esquiar y estaba alli a la fuerza.....Hecho el oportuno intercambio y pasados 19 dias, el mortero que yo había tenido a mi mando, estallo, en unas maniobras, dos muertos y cinco heridos graves, uno de los fallecidos era mi amigo....empiezas a pensar, si hubiera, si no hubiera, destino? casualidad? suerte? Conciencia?
Al final llegas a plantearte todo lo que vosotros habeis escrito, incluso lo de los fractales, pero
siendo nuestra vida,una minúcula parte de un todo en el que nos vemos envueltos e integrados.
Bueno, no se que pensaría mi amigo a presente pasado.
Como me he enrollado un poco, no te cuento la segunda historia, támpoco fue tanimportante para mi.
Una abraçada molt forta,
Franki

Emig dijo...

Guauuuu!!!! Maravilla de post. Te he leído esta tarde varias veces, he pinchado en el enlace de la autora, conociendo lo verdaderamente entiendo como un nuevo mundo, igualmente maravilloso; "Demasiado tarde" será mío también, espero no tardar en ello pues, más que prometer, cada palabra es un regalo, como lo son tus posts, Trenzas...
¿Qué decir a modo de comentario?
Primero que los comentarios que hay son de lujo. Segundo, observo hoy con más claridad gracias a este post, que desde la mente las preguntas y las respuestas son movimiento habitual. A veces pienso que el Universo es una gran maquinaria y nosotros somos parte de ella, diminuta parte... pero aunque el libre albedrío es real, creo que la palabras compromiso, ética, valores... son buenas razones para funcionar. También el discernir y la intuición. Creo que más allá de los conceptos están las ideas, unas sutiles, otras utópicas; como también entiendo que la Naturaleza es un muy buen referente del orden natural. Con lo cual, si el ser humano ponemos "cada cosa en su sitio" podemos entender sin miedo al error porque equivocarse es también aprender y considero que si esa gran maquinaria es real, la propia vida nos dirá sobre lo que hacemos y las decisiones que tomamos si estamos en el camino o fuera de él. Para mí, un buen referente es observar. La atención hacia las cosas genera una visión que motiva la reflexión, y creo que el silencio es el lenguaje interior, más allá de la equivocación o el acierto. De alguna manera la fricción nunca es buena consejera y creo que partimos de ella en muchas ocasiones. La naturalidad propicia una continuidad que va más allá del bien y del mal, que creo son más conceptos que separan y condicionan la acción...

Disculpa esta parrafada, pero, con tu permiso, me siento como en casa aquí y me encanta expresar lo que evocan tus palabras.

Una forta abraçada des de València.

Trenzas dijo...

Imagine Franki: Nos quedas a deber el segundo momento :)
Lo que expones aquí es motivo suficiente para que a uno se le ponga la piel de gallina. Ese azar, o casualidad, o llámese como quiera que confirma lo expuesto aquí, de una forma trágica.
Estoy segura de que, de contarlo a vivirlo, hay un abismo insalvable y que uno tiene que sentir ese síndrome de supervivencia que angustia a los que, por ese azar, han conservado la vida.
Déjame que me alegre de que prefirieras escalar, aunque lamento el resto de lo sucedido.
:)
Lo dicho, Franki, nos debes uno.
Molts petons i abraçades, fortes, fortes...

Trenzas dijo...

Emig: Cierto; los comentaristas sois un lujazo del que me siento muy orgullosa :)
Las eternas preguntas que nos hacemos quizás no tengan respuesta. O quizás la tienen a nivel racional y hay otros aspectos que nunca sabremos. Algunas personas llaman a esto "presentimiento", "sexto sentido" o Dios. Otros lo llaman "casualidad"
"predestinación" o "azar".
Cada uno entenderá los hechos a su manera.
Para mí el párrafo de Elena, fue una especie de constatación de lo que yo pensaba acerca de como nos condiciona la vida lo que pasó antes de nuestra primara respiración en este mundo.
Ya que ha ido a ver el blog de tu paisana, creo que tienes allí la opción de bajarte su primera novela. Te encantará :)
Me alegra mucho que te sientas en tu casa y, por favor, sigue haciéndolo. Siempre dejo las llaves puestas para los amigos, así que acomódate :)
Un abrazo fuerte y miles de gracias por tus palabras.

Pilar M Clares dijo...

Exactamente, llamamos destino a los instantes continuos en que tomamos las decisiones conscientes, o incosncientes. Le temo más a las últimas...si no hubiera salido en ese momento sino un minuto después...si no...si sí... me vuelve loca la idea de linealidad con que vivimos. ¿No podríamos vivir oblicuas, tangentes, divergentes o "de cualquier modo", como me echaba en cara mi madre de pequeña? ¡Eso es lo que yo quería!

Muy interesante la porpuesta. Pocuraré no pensarla mucho, jajajajaj

Besazos preocupaos

Trenzas dijo...

Pilar M. Clares: "Vivir de cualquier modo" Interesante frase que podemos interpretar en más de un sentido.
Estamos alienados y alineados ¡qué remedio! Ya me conformo conque no se entrometan en mi pensamiento y me dejen cavilar en paz. Para todo lo demás, los condicionales harán de mi vida lo que se les antoje :)
No la pienses mucho que te preocuparás más aún :DDD
Un besazo, Pilar.