08 agosto 2007

Irène Némirovsky

Suite Francesa

1. La guerra
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(Fragmento)


Caliente, pensaban los parisinos. El aire de primavera. Era la noche en guerra, la alerta. Pero la noche pasaría, la guerra estaba lejos. Los que no dormían, los enfermos encogidos en sus camas, las madres con hijos en el frente, las enamoradas con ojos ajados por las lágrimas, oían el primer jadeo de la sirena. Aún no era más que una honda exhalación, similar al suspiro que sale de un pecho oprimido. En unos instantes, todo el cielo se llenaría de clamores. Llegaban de muy lejos, de los confines del horizonte, sin prisa, se diría. Los que dormían soñaban con el mar que empuja ante sí sus olas y guijarros, con la tormenta que sacude el bosque en marzo, con un rebaño de bueyes que corre pesadamente haciendo temblar la tierra, hasta que al fin el sueño cedía y, abriendo apenas los ojos, murmuraban: «¿Es la alarma?»
Más nerviosas, más vivaces, las mujeres ya estaban en pie. Algunas, tras cerrar ventanas y postigos, volvían a acostarse. El día anterior, lunes 3 de junio, por primera vez desde el comienzo de la guerra habían caído bombas sobre París. Sin embargo, la gente seguía tranquila. Las noticias eran malas, pero no se las creían. Tampoco se habrían creído el anuncio de una victoria. «No entendemos nada», decían. Las madres vestían a los niños a la luz de una linterna, alzando en vilo los pesados y tibios cuerpecillos: «Ven, no tengas miedo, no llores.» Es la alerta. Se apagaban todas las lámparas, pero bajo aquel dorado y transparente cielo de junio se distinguían todas las calles, todas las casas. En cuanto al Sena, parecía concentrar todos los resplandores dispersos y reflejarlos centuplicados, como un espejo de muchas facetas. Las ventanas mal camufladas, los tejados que brillaban en la ligera penumbra, los herrajes de las puertas cuyas aristas relucían débilmente, algunos semáforos que, no se sabía por qué, tardaban más en apagarse... El Sena los captaba y los hacía cabrillear en sus aguas. Desde lo alto debía de parecer un río de leche. Guiaba a los aviones enemigos, opinaban algunos. Otros aseguraban que eso era imposible. En realidad no se sabía nada. «Yo me quedo en la cama -murmuraban voces somnolientas-, no tengo miedo.» «De todas maneras, basta con que nos toque una vez», respondía la gente sensata.
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Comentario personal: Leyendo un blog, me enteré de la existencia de Nemirovsky. Había un comentario acerca de su novela "El Baile". Era escueto, pero me interesó el tema y fui a comprarlo. Se quedó en la estantería esperando y no hace mucho, le tocó el turno. Mientras lo leía, lo comenté en Liters, y Escriptorum, dijo: "Lee la Suite Francesa". Y aquí estamos, con la "Suite.." leída y agradecida por el consejo. Si siempre es importante conocer la peripecia vital de un autor para entender aquello sobre lo que escribe, en éste caso, es imprescindible. Como es imprescindible leer el prólogo de Myriam Anissmov a éste impresionante libro.
Por eso os dejo dos cosillas aquí: el enlace a Wikipedia para la cronología y algunas notas, y la novela entera, en Word, para aquellos que no la tengáis a mano. Y ya hablaremos.
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5 comentarios:

fractal dijo...

Estamos publicando al mismo tiempo... yo en la isla del tesoro, y tú esta precisidad de texto.
Apetece continuar la lectura.

Después leeré los enlaces. Pero dime una cosa, ¿qué cuenta la hija en el prólogo?

Anónimo dijo...

Un buena novela. De las que dejan un gran sabor de boca. Bien dibujados los personajes y las escenas.
Triste la historia de Irene.

Trenzas dijo...

Frac: Antes que nada, rectifico lo del prólogo. No es de la hija de Nemirovsky. Ya lo he rectificado en el blog. La confusión fue por haber leído
aquí"
que la hija había acudido a recoger el tiempo otorgado e su madre. Si has leido ya la Wiki, sabrás que la obra permaneció 62 años en una maleta que las hijas conservaron contra viento y marea.
No te digo nada del prólogo. Sería un poco como destripar el suspense de la novela.
Si tienes problemas para descargar el Word, te lo mandaré por correo, si lo prefieres.
Abraçades; moltes i fortes..!

Trenzas dijo...

Bueno, vale... no paro de rectificar, cachis...! :DDD
la hija que queda fue a recoger el premio y a la presentación del libro.
Menos mal que vosotras sois listas, que si no...

Trenzas dijo...

Vuelo Rasante: Me gustó mucho "El Baile" y he disfrutado ésta novela mucho más.
Hay otras publicadas por Anagrama y voy a intentar conseguirlas. Tengo entendido que hay sólo 4 o 5, de las 12 que escribió traducidas al castellano.
Y es como dices; los personajes tienen fuerza.
Un beso, amiga