20 marzo 2008

Amos Oz






Una Pantera en el Sótano

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Uno

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Muchas veces en la vida, me han llamado traidor. La primera fue a los doce años y tres meses, cuando vivía en un barrio a las afueras de Jerusalén. Fue durante las vacaciones de verano, faltaba menos de un año para que el gobierno británico se retirase del país y naciera, en medio de la guerra, el Estado de Israel.
Una mañana vimos en la pared de nuestra casa, debajo de la ventana de la cocina, escritas con unas letras gruesas y negras, unas palabras que decían: ¡Profi, boged sahfel! [Profi, vil traidor].
El término vil despertó en mí una inquietud que hasta hoy, mientras estoy sentado escribiendo esta historia, me sigue interesando: ¿puede haber un traidor que no sea vil? De no ser así ¿por qué se molestaría Chita Reznik (reconocí su letra) en añadir la palabra vil? Así que, entonces, ¿en qué casos la traición no es vil?
El mote de Profi se me quedó desde que era pequeño. Es el diminutivo de profesor, por la manía que tengo de jugar con las palabras. (Todavía em encantan las palabras: coleccionarlas, ordenarlas, mezclarlas, darles la vuelta, formarlas. Más o menos como hacen los que aman el dinero, con las monedas y los billetes, o los que aman el juego con las cartas)
Mi padre había salido a las seis y media de la mañana a comprar el periódico y se encontró con la pintada debajo de la ventana de la cocina. En el desayuno, mientras untaba mermelada de frambuesa en una rebanada de pan integral, hundió de repente el cuchillo casi hasta el mango en el fondo del bote, y con su voz pausada dijo:
-Muy bonito: Vaya sorpresa. ¿Qué ha tramado Su Excelencia para que nos honren con esta distinción?
Mi madre dijo:
-No la tomes con él desde por la mañana. Ya tiene bastante con que los niños lo incordien.
Mi padre iba vestido de color caqui, como casi todos los hombres del barrio de esa época. Tenía los ademanes y la voz de una persona que siempre tiene toda la razón. Sacó con el cuchillo una compacta masa de frambuesa del fondo del bote, cubrió uniformemente las dos mitades de la rebanada, y dijo:
-La verdad es que en nuestros días, casi todos usan el apelativo traidor con demasiada facilidad, pero ¿quién es traidor?. Ciertamente, alguien sin honor. Uno que a escondidas, por la espalda, a cambio de algún dudoso beneficio, ayuda al enemigo en contra de su pueblo. O para perjudicar a su familia y a sus amigos. Es más despreciable que un asesino. Y por favor termínate el huevo. El periódico dice que en Asia la gente se muere de hambre.
Mi madre arrastró el plato hacia ella y se comió el huevo y el resto del pan con mermelada, no por hambre sino por amor a la paz. Dijo:
-El que ama no traiciona.
Estas palabras de mi madre no iban dirigidas ni a mí ni a mi padre; a juzgar por su mirada, parecía estar refiriéndose al clavo que había encima del frigorifíco de la cocina, que no cumplía ninguna función.
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Comentario: Una de mis combinaciones preferidas en literatura; la infancia y los libros. Aunque estos últimos no forman parte, expresamente, del hilo argumental, están ahí, con una fuerte presencia. Profi, el protagonista, vive en al ambiente que precedió a la proclamación del estado de Israel. Un tiempo convulso, ideal para estimular la imaginación de un niño. Un soldado británico, interesado por la cultura israelí, le propone intercambiar lecciones de sus diferentes lenguas. En la cabeza del niño se dispara la posibilidad de conseguir información del enemigo durante ese intercambio. Naturalmente, no es eso lo que se consigue y en cambio, sus amigos creen que está traicionando a su país. Grandes palabras para grandes imaginaciones :)
Una novela preciosa y tierna, que tiene la virtud añadida de no entrar en polémicas políticas.
El autor: Nacido Amos Klausner, en Jerusalén, 1939. Ahora mismo, está considerado el mejor prosista en lengua hebrea moderna. Cursó estudios en la universidad de Jerusalén y en Oxford, Inglaterra.
Participó en las guerra de los Seis Días y Yom Kipur, y sigue siendo oficial del ejército, además de miembro de la Academia Hebrea y cofundador del Movimiento Paz Ahora, fundado en los años 70.
Mereció el Premio Píncipe de Asturias en el año 2007.

6 comentarios:

fractal dijo...

Amos Oz.
Me encanta este autor. Empezando por su cara, pasando por su historia personal, y terminando por su obra.
Tuve ocasión de verle en Barcelona. Dio una charla en inglés, y leyó un fragmento de una novela suya en hebreo. Disfruté de lo lindo desde la primera palabra. No sé si ya te lo habré contado en alguna otra ocasión.
Curiosamente, le recuerdo tal como se le ve en la foto que has publicado. Mirando por encima de sus gafas de lectura, con una medio sonrisa, surcos profundos en la piel, ojos hundidos... así de cerca estuve de él.

Ahora leo El mismo mar.

Trenzas dijo...

Frac: Tiene una cara bondadosa e inteligente ¿no?. Una cara comprensiva :)
¡Qué suerte poder estar así de cerca de los escritores! Aquí se celebra un Encuentro Literario una vez al año, patrocinado por la Universidad. No he podido ir ningún año a causa de los horarios locos de mi trabajo. Veremos si este año se celebra, porque el año pasado lo boicotearon y practicamente se estropeó el evento. La causa del boicot fue la presencia anunciado de Jon Juaristi, a causa de su pasado etarra. Un error, a mi modo de ver, ya que si alguien ha renunciado a un pasado que le avergüenza, lo que hay que hacer es tenderle todas las manos posibles. En fi...
Espero poder asistir este año a las conferencias, si llega a celebrarse.
Moñts petonets i abraçades, nena.

Imagine Photographers dijo...

Sacas los libros de la chistera como un mago y encima supongo que te acuerdas de todo lo que lees o por lo menos el argumento...me gusta pasearme por aquí así tomo conciecia de cosas que existen y que no he alcanzado ver...no creo que se desee lo que se ignora...así hay mas posibilidades:)
Tienes razón, creo que es un error boicotear a alguien que quiere rehacer su vida...y aunque no fuera así creo que todo el mundo tiene derecho a exponer su opinión, otra cosa es que estes de acuerdo.
Molts petonets
franki

Trenzas dijo...

Imagine Franki: No es ningún mérito. Todos los libros del mundo son mágicos y salen a nuestro encuentro desde una chistera; como debe ser.
:DDD
Lo que siempre recuerdo es si los leí y que impresión me causaron, aunque no siempre puedo recordar detalles concretos y tengo que ir a refrescar la memoria entre sus páginas.
Bueno, en el caso de Juaristi, fue un error, porque él nunca estuvo implicado en delitos de sangre y ahora es un convencido por la paz. Además su presencia se debía a su obra literia. No era un debate político ni nada parecido. Era, nada más y nada menos que literatura.
Moltes abraçades, estimat Franki.

Elena Casero dijo...

¡Amos Oz!
Me quito la chistera que llevo para trabajar y saludo con cariño y devoción a este ESCRITOR.

Coincido con Frac y contigo en que, aparte del personaje, la persona en sí mismo te atrae. Tiene cara de nobleza, de verdad.

Tengo en la lista comprarme alguno más de él.

Trenzas dijo...

Escriptorum: Estoy de acuerdo: ESCRITOR. Yo también, porque de momento sólo tengo esa en mi poder. Y ni mucho menos es bastante para hacerse uan idea de su trabajo. Aunque queda muy justificado y se merece de sobra el quitarse la chistera.
¿Tú trabajas con chistera? ¡Jolines, que enchufada, oyes...!
Molts petons....!