03 enero 2007

Almudena Grandes

Estaciones de Paso
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Demostración de la existencia de Dios
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(fragmento del primero de los cinco cuentos que componen el libro)
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Mira, Dios, ésta es tu última oportunidad, te lo digo en serio, y te lo digo ahora cuando está sonando el himno, y luego viene el rollo de las fotos, y eso... Después, cuando empiece el partido, ya no hay trato. Quiero decir que ya no se puede cambiar, o sea, que lo que tengas que decidir, que lo decidas ahora, bueno, yo me entiendo, y tú también, ¿no...? Se supone que tú lo entiendes todo, por lo menos eso dice el plasta del calvo ese que me da la vara todos los jueves por la mañana en el instituto, porque ya sabrás que después de lo de Ramón, mamá me ha apuntado a Religión, que es lo que dice el Rana, joder con los padres progres, tanto largar, tanto largar, o sea, que si han corrido delante de los grises, que si hacían asambleas de esto y de lo otro, mucha foto con barbas y melenas, y hasta levantando el puño delante de la Casa Blanca, que esa foto de mi viejo sí que es guapa, la verdad, pero luego, ¡toma!, a Religión, con lo bien que estaba yo dando Ética, no te jode... Claro que entre las abuelas y el facha del tutor les tenían locos, y no estaba el horno para bollos, porque menuda putada, tío, que ahí sí que te pasaste, pero tres pueblos te pasaste, cabrón... Vale que ésta no es la mejor manera de empezar, pero total, como tú ya lo sabes todo, ¿no?, pues eso... Y luego lo que dice el calvo, que hasta viene en la Biblia, por lo visto, o sea, que en el cielo hacéis una fiesta mucho más grande cuando se convierte un enemigo, como quien dice, que cuando llega uno de los vuestros ¿no? Más o menos, así que tú verás lo que te conviene si tienes ganas de juerga, tío, porque yo, desde luego, de los vuestros no soy, ya lo sabes... Desde lo de Vallecas, Porque yo al de la camisa blanca, ese que salió por la tele, el que iba andando entre los restos del autobús justo después del atentado, pues a ese le conozco, ¿sabes?, o sea, yo exactamente no, pero mi viejo sí, de toda la vida, porque mi viejo es vallecano, con c, como dice él, que lo de la k es de anteayer, y eso que a mí lo de la k me mola un huevo, pero bueno como yo soy de la Latina, pues me callo... Pero ahí fue cuando dije, os vais a tomar por culo todos, pero todos, ¿eh? ¡Hala!, a rezar, largo de aquí, que sois todos lo mismo, igual de hijos de puta, porque a mi viejo se le saltaron las lágrimas de rabia, y a mí eso me impresionó mucho, que quieres que te diga, yo no podía saber que ahora iba a estar harto de ver llorar a mi padre...
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Este es el que más me gusta de los relatos que contiene el libro. Cómo hay otros cuatro, no lo estropeo, si os digo que el adolescente que le da voz, le pide explicaciones a Dios acerca de aquello que le supera, catalizado en la muerte de su hermano a causa de una leucemia. Un soliloquio que transcurre entre la multitud y la fiebre de un encuentro de futból, que su equipo también perderá.

2 comentarios:

MIB dijo...

Es prácticamente como leer el dialogo mental de ese chico... No descansa en todo el resto del relato? porque lleva una velocidad que puede estresar!

Hoy justo leí en el periódico que salió una novela de Almudena Grandes... EL corazón helado.. Por supuesto que yo no había leído nada de ella.. y probablemente me pase lo mismo con todo lo que traigas aquí ... por eso me encanta!
y como tú dices.. ya habrá tiempo y lugar para leer lo que se pueda...

Besos!

Trenzas dijo...

MIB; Almudena Grandes irrumpió en la escena literaria con "Las edades de Lulú" una novela erótica, que fue un revulsivo en aquel momento. Es una buena escritora. De los cinco cuentos de éste libro, éste es el mejor, según mi parecer. El muchacho, mientras ve como su equipo va perdiendo el partido, recrimina a Dios que haya dejado morir a su hermano a pesar del sacrificio y el amor de toda la familia. Le recrimina los atentados de ETA, (el que cita de Vallecas, fue real y terrible, y también el tipo de la camisa blanca) y por ende, todas las cosas injustas que suceden en el mundo, porque, si es cierto que Él sabe que que van a suceder ¿por qué no lo impide?
Es una catarsis total, que puede lograr entre los gritos de una multitud, que, aún perdiendo su equipo, ve motivos para seguir confiando en él. Y, por ende, en Él.
Aunque eso se disfrace con la rabia y el insulto.
Me gustó mucho, ya te digo.
Besos, preciosa