23 noviembre 2006

Henri Bergson

La evolución creadora
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De la evolución de la vida. Mecanicismo y finalidad
(fragmento)
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La existencia de la que más seguros estamos y la que mejor conocemos es, indiscutiblemente, la nuestra, pues de todos los demás objetos tenemos nociones que podemos considerar exteriores y superficiales, mientras que a nosotros mismos nos percibimos interiormente. ¿Qué es lo que comprobamos entonces? ¿Cúal es, en este caso privilegiado, el sentido preciso de la palabra existir? Recordemos aquí, en dos palabras, las conclusiones de un trabajo anterior.
Observo, en primer lugar, que paso de un estado a otro. Tengo calor o tengo frío, estoy alegre o estoy triste, trabajo o no hago nada, miro lo que me rodea o pienso en otra cosa. Sensaciones, sentimientos, voliciones y representaciones son modificaciones entre las que mi existencia se divide y que, a su vez, la colorean. Cambio, pues, incesantemente. Mas con ésto no está dicho todo. El cambio es mucho más radical de lo que en primer lugar podría creerse.
Hablo, en efecto, de cada uno de mis estados como si formasen un bloque. Digo bien al decir que cambio, pero el cambio parece consistir para mí en el paso a otro estado siguiente. De cada estado, considerado aparte, me gusta creer que permanece tal como es durante todo el tiempo que se produce. Y sin embargo, un pequeño esfuerzo de atención me revelaría que no hay afecto, representación ni volición que no se modifique en todo momento; si un estado de espíritu cesase de variar, su duración cesaría de transcurrir.

2 comentarios:

fractal dijo...

Henri Bergson era científico? se dedicaba a la física cuántica?

Dudo. No sé si estamos hechos para fundir conceptos. Hay días que pienso que estamos más preparados para la dualidad o la bipolarización, para atender a esa vieja idea del bien y el mal, lo claro y lo oscuro, lo tuyo y lo mío...
No sé, es lo que me ha sugerido este texto, y recordar a un hombre que, si bien no conozco demasiado, creo que fue dificil de conceptuar por sus ideas.
Me gustaría saber qué piensas tú.

Trenzas dijo...

Bergson fue Nobel de Literatura en 1927, según dice la contraportada del libro que tengo ahora en las manos. Creo que más bien atacaba la posición de los científicos, reprochándoles su afán de reducirlo todo a eso; a la ciencia; a la precisión de la ciencia que no dejaba, según él, campo a la "evolución creadora"
A mí me interesó, porque en el Existencialismo -cuyo revulsivo era Vian - se le tenía como precursor o casi fundador. Recordar que Bergson murió en 1941 y el auge existencialista es algo posterior.
Y tienes razón en que fue difícil de encasillar. Atacaba la lógica, negaba a Darwin, pero creía que el instinto era mejor que el intelecto :)
Se lee un tanto confuso, como Marcuse, pero de vez en cuando, salta una chispa que interesa. Eso a mí, que solo soy una aficionada.
Supongo que será mucho más interesante para aquellos que se dediquen a la filosofía, ya que la suya, influyó en tantos filósofos posteriores.