Franklin Mieses Burgos

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Cuando la rosa muere
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Cuando la rosa muere
deja un hueco en el aire
que no lo llena nada;
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ni el eco que sepulta
su desolado rostro
herido en otra arena;
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ni la luz que va sola
en río transparente
hecho por serafines;
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ni la sombra que es ala
de un pájaro de nieblas
nacido sobre el viento.
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Cuando la rosa muere
deja un hueco en el aire
que no lo llena nadie.
*
Sólo el llanto lo anega
con sus blancas estatuas
de sal petrificada, con sus astros caídos
y sus nubes viajeras;
sólo el llanto lo anega
en estrellas pequeñas.
*
Cuando la rosa muere
deja un hueco en el aire
—redondo como un nido—
­para acunar tu pena.