Las hermanas
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Cuento incluído en "Dublineses"
(fragmento)
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No había esperanza esta vez. Era la tercera embolia. Noche tras noche pasaba yo por la casa (eran las vacaciones) y estudiaba el alumbrado cuadro de la ventana: y noche tras noche lo veía iluminado del mismo modo débil y parejo. Si hubiera muerto, pensaba yo, vería el reflejo de las velas en las oscuras persianas, ya que sabía que se deben colocar dos cirios a la cabecera del muerto. A menudo él me decía: "No me queda mucho en este mundo", y yo pensaba que hablaba por hablar. Ahora supe que decía la verdad. Cada noche, al levantar la vista y contemplar la ventana, me repetía a mí mismo en voz baja la palabra "parálisis". Siempre me sonaba extraña en los óídos, como la palabra gnomón en Euclides y la "simonía" del catecismo. Pero ahora me sonó a cosa mala y llena de pecado. Me dio miedo, y sin embargo, ansiaba observar de cerca su trabajo maligno.
El viejo Cotter estaba sentado junto al fuego, fumando, cuando bajé a cenar. Mientras mi tía me servía mi potaje, dijo él, como volviendo a una frase dicha antes:
-No, yo no diría que era exactamente..., pero había en él algo raro..., misterioso. Le voy a dar mi opinión.
Empezó a tirar de su pipa, sin duda ordenando sus opiniones en la cabeza. ¡Viejo estúpido y molesto! Cuando lo conocimos era más interesante, que hablaba de desmayos y gusanos; pero pronto me cansé de sus interminables cuentos sobre la destilería.
6 comentarios:
Me encanta pasearme sin prisas por tu patio de geranios!!
¿Sabes? Conozco bastante bien Dublín, incluso diría que tengo una idea bastante amplia de Irlanda en general, y sin embargo no he ido a fondo con su literatura. Una vez visité el museo del escritor en Dublín; allí estaban todos los autores irlandeses, los que conocía y los que no, y fue fácil llegar a la conclusión de que me quedaba muchísimo por descubrir todavía. Bueno, al tiempo, ganas o interés no me faltan.
un abrazo
¿Y a quién no le quedan miles de cosas por descubrir..?
Joyce no me gusta especialmente. Digo mal; lo que me gusta poco, es su famoso "Ulises". En cambio sus cuentos cortos, me encantan. Creo que para su "Ulises" llegué ya demasiado leída, por decirlo de algún modo. De pequeña, me tragaba enormes volúmenes de lo que fuera, mientras tuvieran muchas letras para juntar, los entendiera o no. Lo que dices de tu dedicación a la física cuántica :)
Luego me volví un poco más exigente en el sentido de que si no llegaba a "conectar" con una lectura, lo dejaba y volvía a intentarlo más adelante. Y si tampoco, ya podía olvidarme del tema, porque no lo conseguiría. Y es que el tiempo siempre es escaso y hay que disfrutarlo con aquello que te provoca emoción. A menos que tengas que estudiarlo por fuerza :)
Es curioso como se llega a algunas cosas. Leí "Olvidar Palermo" de D. Ch. Roux, y aunque casi no recuerdo de que iba aquella novela, sé que me provocó un interés rabioso por todo lo relacionado con la historia de la "Omertá", sus principios en el campesinado, su deriva hacia el crimen organizado, su traslado a USA...
En fin; son cerezas; van de dos o dos o más :)
Abrazos y cariños. Y te traigo a McCourt, un día de éstos.
Debe decir Edmond Charles Roux.
O.K., seguro que a todos nos quedan cosas por descubrir, pero por lo visto a ti te falta poco por descubrir en literatura!!
Los recuerdos de tus lecturas, a las cuales llegaste ni se sabe como, traen a mi memoria las lecturas de Oriana Fallaci. No sé como llegué a ellas, o ellas a mi, y sin embargo me impactaron, eran absolutamente distintas a todo.
En fin, quedo a la espera del cachito de Roux.
En general la literatura irlandesa es dura. No se lee con la facilidad de los autores suramericanos, p.ej. Igual la poesía, no se lee sin prestar mucha atención.
Me voy a tu tierra, Madrid. Pasaré allí unos días. Nos vemos a la vuelta.
Bye, bye.
Gracias por estos retazos leídos y comentados.
Disfruta la ciudad. Sigue siendo "la de los cielos azules" :)
Va a tener que ser McCourt, irlandés él, porque a Roux, lo perdí, no se sabe donde.
Aquí te esperamos, los retazos y yo.
Sé buena en mi pueblo :)
Abrazos y cariños.
Hola! Me porté bien en tu pueblo y disfruté tanto como pude de la ciudad. En realidad, siempre me divierto en Madrid. Es vital, alegre, la gente vive en la calle, me gustan los museos, los espectáculos, los parques, el cochinillo, los callos... mmmmmmm!!!!
Creo que Barcelona debería tomar alguna decisión importante y transformarse un poco, sobretodo si hablamos del metro, las comunicaciones, el aeropuerto, la iluminación nocturna, la limpieza urbana...
Bueno, ya vale, volvamos a las letras, ¿a McCourt, irlandés él? OK.
Abrazo!
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