Madrigal
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Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
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Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquél que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
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¡Ay, tormentos rabiosos!
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Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis,
miradme al menos.
2 comentarios:
Este poema la vendría al pelo a mi hija de ojos celestes y varias miradas.
No conocía a este poeta. Lo percibo moderno; no me suena a tan remoto en el tiempo; no sé si te pasa igual a ti.
Sí; parece de los románticos ¿verdad?
Algo como de Bécquer, más o menos.
Bastante alejado de algunos otros de la época, tan campanudos ellos.
Te dejo el enlace a mi página de Clásicos en la web de Poetas. Sólo hay ocho y son cortitos.
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http://personal.telefonica.terra.es/web/trenzas2/clasicos.htm
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